Es un procedimiento no quirúrgico que utiliza tecnología láser para fortalecer y tensar los tejidos vaginales. Está diseñado para tratar la laxitud vaginal, mejorar la sensibilidad sexual y restaurar la confianza íntima de las mujeres.
El láser emite una luz controlada y de alta energía que penetra en los tejidos vaginales y estimula la producción de colágeno. El colágeno es una proteína natural que proporciona firmeza y elasticidad a la piel y los tejidos.
La duración del tratamiento depende del estado en que se encuentre la persona, por lo que pueden ser necesarias varias sesiones de tratamiento para obtener los resultados deseados. La cantidad de sesiones dependerá de varios factores, como la laxitud vaginal inicial y tus objetivos específicos.
Se usa la tecnología láser CO2 fraccionado, donde el profesional guía el láser en movimientos precisos dentro de la vagina. La energía del láser calienta suavemente las capas internas de la vagina, lo que provoca la contracción y la estimulación de la producción de colágeno. A medida que se forma nuevo colágeno, los tejidos se vuelven más firmes y tonificados.
Después del procedimiento, es posible que experimentes un ligero enrojecimiento o hinchazón en la zona tratada, pero esto es normal y suele ser temporal, desaparece en poco tiempo. En la mayoría de los casos, no se requiere tiempo de recuperación y puedes reanudar tus actividades normales inmediatamente después del tratamiento.
El tratamiento láser para el estrechamiento vaginal y sus resultados varían según la persona. Para cada persona se hace una consulta previa para evaluar el caso y brindar un tratamiento adecuado. Generalmente muchas mujeres informan una mejora en la firmeza y la tensión vaginal, así como un aumento en la sensibilidad y el placer sexual.
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